Consejos para tomar una buena cerveza Mahou.
La temperatura de servicio, el vaso y el maridaje son la clave. Y, llegados a este punto, lo primero que hay que saber es que no todas las cervezas están hechas para tomarlas muy frías; eso solo se puede aplicar a aquellas que son de baja graduación alcohólica. Y éste no es el caso, además, al tratarse de cervezas con alto contenido en alcohol, deben servirse entre 6 y 8ºC y en vasos que permitan que sea la propia mano la que vaya atemperando el líquido conforme lo consumimos.
Así llegamos al segundo aspecto clave: el vaso. Es tan importante que hasta se han creado muchas variedades; aunque para beberlas en casa, uno puede tomarse alguna que otra licencia y no ser extremadamente estricto: basta con saber que cuanto más ligera sea la cerveza, más esbelto y estilizado ha de ser el vaso, porque eso es lo que permite a sus finas burbujas ascender por él.
El tercer aspecto es que todas comparten el estilo al ser servidas: despacio, con una ligera inclinación y rompiendo el líquido en la pared del vaso; solo así se consigue extraer al máximo todo su potencial aromático.
Y cuarto y último, el maridaje. Porque una cerveza de esta categoría se merece un plato a la altura, sin que ello implique ser un chef profesional. Acompaña la cerveza con platos de toques herbáceos, como puede ser una ensalada; y si, además, entre sus ingredientes sobresalen notas orientales y picantes -tipo wasabi o especias-, la combinación es total. Mientras que los mariscos y los platos untuosos como el foie o los huevos, son ideales para tomar una buena cerveza Mahou.